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¿Cómo afecta a las empresas la nueva ley contra el Desperdicio Alimentario?

El desperdicio alimentario es uno de los grandes desafíos globales de nuestro tiempo, y España no es ajena a esta problemática. Cada año, toneladas de alimentos perfectamente consumibles terminan en la basura, mientras millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria. Esta paradoja no solo tiene un impacto social devastador, sino que también afecta gravemente al medioambiente, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero y al desperdicio de recursos como agua y energía.

Consciente de la urgencia de abordar esta situación, el gobierno español ha puesto en marcha la nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, una normativa pionera diseñada para reducir el desperdicio a lo largo de toda la cadena alimentaria. En este artículo, exploraremos las causas del desperdicio alimentario, las principales medidas de la ley y su impacto esperado en la sociedad y el medioambiente.

Cambios con la nueva ley contra el desperdicio alimentario

La nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario en España, que entró en vigor el 3 de abril de 2025, introduce una serie de medidas clave para combatir el desperdicio de alimentos en todas las etapas de la cadena alimentaria. A continuación, se detallan los principales cambios que establece esta normativa:

  • Obligación de ofrecer envases reutilizables o reciclables en hostelería: Bares y restaurantes están ahora legalmente obligados a proporcionar envases para que los clientes puedan llevarse las sobras de sus comidas. Estos envases deben ser reutilizables o fácilmente reciclables, y la normativa excluye únicamente a los buffets libres.
  • Venta de alimentos con imperfecciones estéticas: Los supermercados y comercios deben poner a la venta productos considerados «feos» o con defectos estéticos, como frutas y verduras con formas irregulares. Esta medida busca reducir el desperdicio generado por criterios puramente visuales.

  • Jerarquía de prioridades para los excedentes alimentarios: La ley establece un orden claro para gestionar los excedentes. Mientras continúen en buen estado, los alimentos deberán ser donados o redistribuidos para el consumo humano. Si esto no es viable, los alimentos pueden destinarse a la alimentación animal, la producción de subproductos o, en última instancia, a la obtención de compost o biogás.

  • Planes de prevención obligatorios: Las empresas de la cadena alimentaria deben desarrollar planes específicos para prevenir el desperdicio, aplicando la jerarquía de prioridades mencionada. Esta obligación se implementará completamente en abril de 2026.

    ¿Qué empresas deben aplicar la nueva ley?

    La nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario establece que todas las empresas que forman parte de la cadena alimentaria tienen la responsabilidad de cumplir con esta normativa alimentaria en España. Esto incluye a sectores clave como:

    1. Productores y agricultores: Se busca minimizar las pérdidas en la etapa inicial de la producción mediante la adopción de prácticas más eficientes y sostenibles.
    2. Distribuidores y mayoristas: Empresas encargadas de la distribución y comercialización de alimentos deben implementar planes de prevención de desperdicios y garantizar la correcta gestión de excedentes alimentarios.
    3. Supermercados y tiendas de alimentos: Están obligados a fomentar la venta de productos con imperfecciones estéticas y a promover alternativas para evitar el desperdicio de alimentos en buen estado.
    4. Sector de la hostelería y restauración: Restaurantes, bares, cafeterías y otros establecimientos deben adoptar medidas específicas para la reducción del desperdicio, como facilitar a los clientes el empaque de las sobras.
    5. Industria alimentaria: Las empresas dedicadas a la transformación y envasado de alimentos deben aplicar estrategias para maximizar el uso de materias primas y gestionar adecuadamente los excedentes.

    Este enfoque busca abarcar a todos los actores de la cadena para garantizar una reducción efectiva del desperdicio alimentario en España.

    Multas y sanciones por incumplimiento de la ley contra el desperdicio alimentario

    La Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario establece un régimen sancionador claro y escalonado, con multas que varían según la gravedad de la infracción:

      1. Infracciones leves: Estas suelen derivar del incumplimiento de obligaciones menores que no generan un impacto significativo en la gestión de los alimentos. Un ejemplo sería no presentar un plan de prevención del desperdicio alimentario dentro de los plazos establecidos o cometer errores administrativos relacionados con la normativa. La sanción económica para estas infracciones puede alcanzar hasta 2.000 euros.
      2. Infracciones graves: Estas involucran acciones que impactan de manera considerable el propósito de la ley. Incluyen prácticas como la destrucción intencionada de alimentos aptos para el consumo humano o no garantizar la correcta gestión de los excedentes mediante la jerarquía de prioridades. También puede considerarse grave la falta de colaboración con organizaciones benéficas. Las multas para este tipo de infracciones pueden oscilar entre 2.001 y 60.000 euros, dependiendo de la gravedad específica de cada caso y el alcance del daño ocasionado.
      3. Infracciones muy graves: Este nivel incluye conductas que violan repetidamente la normativa o que provocan un daño significativo en el ecosistema alimentario. Un ejemplo sería la reincidencia en infracciones graves dentro de un periodo de dos años o la manipulación deliberada de alimentos para que no sean aptos para el consumo. Las sanciones por infracciones muy graves pueden alcanzar hasta 500.000 euros, representando un castigo ejemplarizante para evitar que se perpetúen estas prácticas.

      Además, cabe destacar que las autoridades competentes tienen la facultad de ajustar las sanciones tomando en cuenta factores como la reincidencia, el impacto generado por la infracción, la capacidad económica de la empresa y su disposición para corregir el incumplimiento.

      Formación a empresas y empleados contra el desperdicio

      Un aspecto fundamental de la nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario es garantizar que las empresas y sus empleados cuenten con la formación adecuada para cumplir con las normativas y adoptar prácticas sostenibles. La ley resalta la importancia de la sensibilización y la capacitación como herramientas clave para reducir el desperdicio alimentario de manera efectiva. Estas son las iniciativas principales en este ámbito:

      1. Capacitación obligatoria para empleados: Las empresas de la cadena alimentaria deben proporcionar formación específica a su personal sobre la correcta gestión de excedentes y la prevención del desperdicio. Esta formación incluye aspectos prácticos como la donación de alimentos, el manejo de productos próximos a su fecha de caducidad y la aplicación de la jerarquía de prioridades.
      2. Creación de protocolos internos: Para cumplir con la ley, las empresas deben diseñar y establecer protocolos internos que guíen tanto a empleados como a directivos en la implementación de medidas contra el desperdicio. Esto asegura que cada miembro de la organización comprenda sus responsabilidades.
      3. Campañas de sensibilización: Además de la formación técnica, se incentiva a las empresas a realizar campañas internas que refuercen la conciencia sobre el impacto social, económico y ambiental del desperdicio alimentario. Este enfoque busca involucrar a los empleados y fomentar un compromiso colectivo.
      4. Acceso a recursos educativos: La ley fomenta la colaboración entre el sector público y privado para desarrollar materiales educativos, como guías, talleres y plataformas en línea, que faciliten la implementación de buenas prácticas en toda la cadena alimentaria.

      Empresas exentas de algunas obligaciones en la prevención del desperdicio alimentario

      • Dentro del sector alimenticio, la ley ha establecido ciertas exenciones que tienen en cuenta las particularidades de algunos negocios y actividades específicas. Por ejemplo, los establecimientos de buffet libre están exentos de la obligación de proporcionar envases reutilizables o reciclables para que los clientes se lleven las sobras. Esto se debe a la naturaleza de su funcionamiento, donde los alimentos se ofrecen en cantidades ilimitadas y no están predeterminados. Gestionar el cumplimiento de esta medida en buffets podría ser logísticamente complicado y generar otras dificultades relacionadas con la seguridad alimentaria.
      • Por otro lado, las pequeñas empresas alimentarias, especialmente las de menor tamaño, pueden quedar exentas de algunos requisitos más estrictos, como la implementación de planes de prevención exhaustivos frente a las pérdidas y desperdicios alimentarios. Esto responde al reconocimiento de sus limitados recursos económicos y humanos, que podrían dificultar la adopción de ciertos procedimientos. Sin embargo, esto no significa que estén completamente exentas de responsabilidad, sino que se les permite una mayor flexibilidad para adaptarse a las circunstancias. Dentro de este grupo se enmarcan aquellas empresas con un tamaño inferior a 1.300 metros cuadrados entre todos sus locales; las microempresas (de 1 a 9 trabajadores); ni las pequeñas explotaciones agrarias, con menos de 50 trabajadores o facturación inferior a los 2 millones de euros.
      • Asimismo, las empresas de catering que operan en eventos específicos tienen ciertas adaptaciones para cumplir con la ley. Por ejemplo, en eventos con condiciones especiales, donde el desperdicio puede estar vinculado a la logística o la seguridad alimentaria, la normativa se aplica de forma más contextualizada, permitiendo a estas empresas ajustar sus prácticas para garantizar el cumplimiento sin comprometer otros aspectos esenciales de su servicio.

      Ayuda a empresas para cumplir con la ley del desperdicio alimentario

      Grupo System Formación se posiciona como un aliado estratégico para las empresas que buscan cumplir con la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario. Nuestra organización ofrece soluciones formativas y consultoría adaptadas a las necesidades específicas de cada negocio, facilitando la implementación de las medidas establecidas por la normativa.

      Entre nuestros servicios destacados, Grupo System Formación proporciona cursos especializados en gestión de desperdicio alimentario, diseñados para capacitar tanto a empleados como a directivos. Estos programas formativos abarcan desde la sensibilización sobre el impacto del desperdicio hasta la aplicación práctica de la jerarquía de prioridades en la gestión de excedentes. Además, su plataforma de teleformación permite acceder a recursos educativos de manera flexible y personalizada, asegurando que las empresas puedan integrar el aprendizaje en su rutina operativa.

      La consultoría ofrecida por Grupo System también incluye la creación de protocolos internos y la asesoría para desarrollar planes de prevención del desperdicio alimentario, cumpliendo con los requisitos legales. Su enfoque integral garantiza que las empresas no solo cumplan con la ley, sino que también adopten prácticas sostenibles que beneficien a la sociedad y al medioambiente.

      Con 40 años de experiencia en el sector de la formación, Grupo System Formación se ha consolidado como un socio confiable para empresas que buscan adaptarse a las nuevas normativas y liderar el cambio hacia una gestión alimentaria más responsable.

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